viernes, 3 de junio de 2011

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Entre lágrimas y gotas de lluvia, retorno a una realidad empañada, que luce cada vez más borrosa. Alan merece una explicación, así que relato la historia completa. Le cuento todo, inclusive la verdad. “…Y así pasó. De nuevo me equivoqué, de nuevo estoy sola”. “Todos estamos solos, Ana. Al fin y al cabo, la soledad es nuestra única compañera”. Alan posee la sabiduría de aquellos que sufrieron mucho, la madurez de los que alguna vez estuvieron muertos y supieron resucitar.

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