miércoles, 13 de abril de 2011

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El chocolate merece un capítulo aparte (y no me importa si resulta aburrido). Elegí el más grande; de chocolate blanco, con almendras y avellanas; un millón de calorías compactadas. Sólido, nada de aireado. ¡¿A quién se le pudo ocurrir meter aire donde entraba más chocolate?! Cuando lo mordí, sentí una dulzura especial; que viene y va; que gusta, divierte y sorprende. Grandote, doble y triple sabor. Demasiado rico para comerlo despacio…

3 comentarios:

  1. genial la descripción del chocolate :)

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  2. Ja al contrario que vos me gusta aireado y saborearlo lento. El aire te da pausas para contrastar el placer con lo que no es.
    Lo mejor del chocolate es que libera enzimas que el cerebro genera cuando estas enamorada que placerrr.
    Lastima que al igual que otras cosas en la vida, te deja un poco de culpa despues de consumar el hecho

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