jueves, 14 de abril de 2011

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Despacito abrí un ojo, miré el celular y vi la hora. ¡¡ 9:00!! ¡¡Me quedé dormida!! ¡¡Nooooo (y siguen las o)!! Cual Superman, me cambié y 9:08 ya estaba en la parada, esperando al colectivo. 9:10, 9:15, 9:30… nada. Yo me hago cargo de mi noche de chocolate desenfrenado, que me dejó exhausta e hizo que me demorase. ¿Pero qué pasa con la parte que le toca al bondi? ¿Quién le explica a mi jefe que no fue mi culpa y que yo soy una víctima pasajera? 9:49… Ahí viene el maldito culpable. Me va a escuchar…

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