lunes, 25 de abril de 2011

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Los domingos en familia: un evento convocado por la culpa y recibido por el tedio… Papá come rápido, apresurado por irse a dormir la siesta. Pedrito está, pero es como si no estuviese. Me pregunto en qué piensa, aunque pienso que no piensa en nada. Sofía le dice a mamá que sufre, mientras mamá sufre tratando de quitar los restos de salsa de la cacerola. Y yo, que juego de visitante, agradezco haberme mudado porque estoy cada vez más convencida de que la convivencia intergeneracional es un volcán emergente.

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