miércoles, 11 de mayo de 2011

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18:30 pm: la hora D (bis). Ya no lo espero con la ilusión de la primera vez. Antes confiaba en él, ahora no le creo. Sólo dejo que me mienta y elijo creerle. Quiero quererlo, aunque no lo merezca. No busco amarlo, sino que me ame. Y es ahí, en ese acto de egoísmo original, donde comienza el principio del fin. La raíz podrida que nos conducirá, indefectiblemente, al fracaso. Pero él no lo sabe y menos le importa. Ahí llega… con un ramo de jazmines y una sonrisa a cuestas.

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